Este piso, ubicado en el Eixample de Barcelona, forma parte de un edificio catalogado como Bien Cultural. Originalmente una antigua oficina, fue necesario replantear por completo su distribución para adaptarlo a su nueva vida como hogar. Las molduras del techo, con su inconfundible carácter modernista barcelonés, aportan la elegancia y personalidad que tanto me fascinan. Entre las piezas más preciadas del espacio destacan las lámparas de cristal de Murano de Massimo Vignelli para Venini (1950), junto con el impresionante cabecero.